EL CORAZÓN DE LA LOCURA
¿Cuántas veces no nos hemos alejado de una persona por su aspecto físico o por su condición? ¿Cuántas veces no le sacamos la vuelta a una persona que está hablando sola o delirando? ¿Cuántas veces no nos asusta una persona con síntomas de esquizofrenia? ¿Cuántas veces llamamos a estas personas “locas”?
Nuestra sociedad ha dictaminado que estas personas son “enfermas” y deben estar encerradas en manicomios y en hospitales psiquiátricos porque son “diferentes” a nosotros, por que ellos “no son normales”.
No nos hemos dado cuenta que al hacer esto los estamos apartando de la sociedad y estamos siendo un obstáculo para que ellos puedan hacer su vida normal, porque son personas, como tú y como yo que valen por el simple hecho de ser seres humanos y merecen ser tratados como tal.
Deben ser libres de hacer lo que les gusta y no privarlos de su libertad teniéndolos en un cuarto encerrados, sin hacer nada, ofendiéndolos y tratándolos mal porque no pueden expresarse como ellos quieren, por las alteraciones del pensamiento que tienen.
El ambiente en el que deben ser tratados los esquizofrénicos debe ser digno y conducente al alivio de los males que sufren y no una limitación e impedimento a su desarrollo personal, físico y mental; con castigos, choques eléctricos y golpes.
De esto trata la película NISE El corazón de la locura, en donde la Dra. Nise que es una psiquiatra brasileña, llega a un hospital psiquiátrico en muy malas condiciones, en donde tratan a los pacientes como si fueran delincuentes y no tuvieran cura de su enfermedad.
Nise, al darse cuenta de cómo tratan a estas personas, busca desarrollar una nueva forma de tratar a los pacientes, que se basa principalmente en tratarlos como seres humanos dignos, como personas con los mismos derechos que todos los demás. Tratarlos con respeto, con amor, empatía y cariño; ofreciéndoles herramientas para que desarrollen su creatividad y expresen sus sentimientos y pensamientos de alguna otra forma que no sea con el lenguaje.
Por este motivo, descubre un nuevo método, que no involucra la violencia y el castigo, sino todo lo contrario. Permite que los pacientes se expresen por medio del arte, de la pintura y escultura. Se da cuenta que el arte es vida porque permite crear y expresar los sentimientos y con esto es impresionante la transformación que viven esas personas, esto es porque se les dio la libertad y el trato como a cualquier otra persona.
Por lo tanto, debemos darnos cuenta que una persona por tener una “capacidad diferente” o un desarrollo distinto al nuestro, debe ser tratado como una persona normal, porque eso es lo que es. Al tener tratos diferenciados con las personas lo que estamos haciendo es excluirlos de la sociedad en lugar de integrarlos, y esto ocurre no solamente con las personas esquizofrénicas, sino que también lo vemos en nuestra sociedad, con personas con discapacidad física, con discapacidad intelectual o incluso, entre hombres y mujeres.
Y sí ciertamente TODOS somos diferentes, pero no es de nadie el derecho de juzgar quién es normal y quién no.
“No se trata de tener derecho a ser iguales, sino de tener IGUAL derecho a ser DIFERENTES”